Ayudarte como un organizador y gestor de contenidos de CONFORT para tu WEB, es una de las mejores decisiones que puedas disfrutar, si tienes dudas a la hora de presentarte al mundo con tu proyecto web.
Porque una buena escritura, legible, no pasa sólo por la mano, sino por el desarrollo de todas estas habilidades escribir bien y crear contenidos de relevancia:
1. Habilidades básicas de escritura
Lo primero de todo es el dominio de la ortografía, las reglas sintácticas y la puntuación. Todo escrito exige estas habilidades técnicas, y tan importante es saber ensamblar bien las piezas de un texto como dominar la ortografía y la puntuación para que el mensaje llegue el lector en perfectas condiciones, con eficacia comunicativa.
2. Originalidad y utilidad
No repitas lo que otros han escrito ya. Lo que sí puedes hacer es recomendar algo ya publicado que te ha impactado, y remitirlo al lector. Trata de aportar algo nuevo o buscar un enfoque personal. Puedes ponerte en el lugar del lector y pensar si es útil para ti, porque si es así, muy probablemente lo será también para él. De este modo, podrás conseguir unos contenidos de calidad que hoy tanto se reclaman.
3. Claridad
Esta no es una característica de los textos bien escritos, es también una exigencia. Para conseguir un texto claro, evita los rodeos: busca la expresión sencilla y directa, no te compliques con circunloquios o ambigüedades. Escribe únicamente lo que tienes en la cabeza, ve al grano: el lector no necesita que te explayes en explicaciones innecesarias y te agradecerá que las evites. Y si no has conseguido plasmar adecuadamente por escrito lo que piensas, dale una vuelta y busca una expresión más acertada: esto también te ayudará a que el resultado obtenga una mayor visibilidad e impacto.
4. La agilidad de la lectura
Para que tu escrito no aburra al lector, tendrás que construir un texto ágil, evitando largos periodos que aletargan y no dan respiro a quien lo lee. Ten presente que un párrafo sin pausas, con una sucesión cansina de subordinadas, es como un largo ascenso por el monte sin lugar para recobrar el aliento. Por tanto, busca expresar con frases cortas las ideas que quieres acercar a tus lectores: agilizarán la lectura de tu artículo y te ayudarán además si lo que buscas es alcanzar una mayor repercusión.
5. El peso de las palabras
No todas las palabras tienen la misma fuerza: si tienes dudas en plena redacción, haz uso de palabras potentes, las más descriptivas, las palabras con alma. Se dice que hoy día nuestro vocabulario va a menos. Si quieres evitar esto y dar mayor fuerza a tu discurso, si quieres que tu publicación alcance un mayor impacto gracias a las palabras, evita los adjetivos y adverbios de poco peso que acompañan a sustantivos y adjetivos, cuyo objetivo es darle algo más de fuerza —como buen o muy—, y elige sustantivos y adjetivos de mayor sonoridad y capacidad innata, esos que no van a necesitar adjetivos ni adverbios que ayuden a potenciar la idea que necesitas transmitir. Y aplica esto también a los verbos. Por ejemplo: no es lo mismo decir que te gustan mucho las nuevas tecnologías que decir que te entusiasman o apasionan…
6. Cohesión
Busca la cohesión entre las partes del texto. Intenta que destaque por su simetría y que sea rotundo, es decir, que sea concluyente y cumpla con la idea que expresabas en la introducción. Este es un rasgo imprescindible de los textos bien construidos.
7. Escribe primero, edita después
Olvídate al principio del embalaje: céntrate en escribir todo lo que en cada momento quieres expresar y deja para el final la edición de ese texto. Será el momento de fijarte en la forma y en todos los detalles que ayudan a la limpieza y buena presentación de la publicación. Será cuando debas poner un título destacable, lo más atractivo y llamativo posible. En este sentido, Carlos Bravo ha escrito en alguna ocasión que con un buen título ya tienes la mitad del artículo escrito, por su importancia y capacidad que tiene en su difusión, porque el texto tendrá que buscar su sitio en la inmensidad de Internet y el título es su carta de presentación. Finalmente, dedica unos minutos más para repasar lo que has escrito. Las erratas son muy caprichosas y aparecen donde menos te lo esperas… ¡hasta pueden saltar en el mismísimo título del artículo!